El presidente Andrés Manuel López Obrador confirmó que no ha habido ningún acercamiento con el gobierno de Ecuador, liderado por Daniel Noboa, tras el asalto a la embajada de México en Quito.
Este incidente llevó a la ruptura de relaciones diplomáticas y a una demanda ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ).
“Es un asunto de principios, fue muy grave lo que sucedió. Imagínense, alguien que tiene asilo y entran a la embajada y se lo llevan, eso viola todas las normas de política exterior”, explicó López Obrador, refiriéndose al arresto del exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, quien buscaba asilo en la embajada mexicana desde diciembre.
El presidente mexicano también reiteró que México busca trasladar a Glas a su territorio, a la vez que pretende que el gobierno ecuatoriano sea sancionado por su acto autoritario.
“Queremos que se castigue al Gobierno de Ecuador, no al pueblo, por este acto prepotente, suspendiéndolo de Naciones Unidas hasta que ofrezcan una disculpa pública y un compromiso de no repetición“, añadió López Obrador.
Las relaciones entre México y Ecuador se rompieron el 5 de abril, justo después de que la policía ecuatoriana irrumpiera en la embajada mexicana para detener a Glas, quien enfrenta procesos penales por corrupción.
En respuesta, México presentó una demanda ante la CIJ y Ecuador contradijo con una demanda propia, acusando a México de violar normas internacionales por otorgar asilo a Glas.