Después de la derrota ante Arabia Saudita, Argentina se encuentra ante un primer ‘match ball’ en contra: una derrota ante México en la segunda jornada del grupo C, el sábado en Lusail (19h00 GMT), dejaría a Lionel Messi eliminado en el que posiblemente es su último Mundial.
La noche se presenta con tintes dramáticos en este pulso latinoamericano, ya que México empató sin goles ante Polonia y suma un punto, por lo que una derrota le dejaría en una situación muy delicada antes de la tercera y decisiva fecha.
El partido promete por lo tanto grandes emociones y los protagonistas son conscientes de lo que está en juego.
“Tranquilidad. Es un golpe muy duro, una derrota que duele, pero tenemos que seguir confiando en nosotros. Este grupo no les va a dejar tirados. Vamos a intentar ganar a México”, prometió Messi a los hinchas justo después del batacazo por 2-1 ante los sauditas, en el mismo estadio de Lusail donde jugará el sábado.
Su seleccionador, Lionel Scaloni, también reafirmó su confianza en el plantel albiceleste desplazado a Doha.
“No queda otra que levantarse, no hay otra lectura, nos vamos a levantar, seguir cabeza arriba y ganar los dos partidos”, afirmó, consciente de que Argentina sigue dependiendo de sí misma y de que ganar a México y Polonia es sinónimo de presencia en octavos de final.
Argentina vio cortada el martes su racha de 36 partidos seguidos sin perder, quedando a uno de igualar el récord mundial de la Italia de Roberto Mancini, pero la sombra de una eventual eliminación a las primeras de cambio eclipsaba cualquier circunstancia.
“Somos un grupo fuerte, unido, que sabe lo que quiere y hacer frente a las adversidades. Ya hemos superado un montón de cosas”, señalo Lautaro Martínez este viernes en rueda de prensa.
Los precedentes históricos en Mundiales son esperanzadores para Argentina, que ha cruzado sus caminos con México en tres ocasiones anteriormente en Mundiales y siempre salió victoriosa: 6-3 en la primera edición, la de Uruguay-1930, y en dos ocasiones en una época más reciente, en los octavos de final de Alemania-2006 (2-1) y de Sudáfrica-2010 (3-1).
En esos dos últimos estuvo en el campo Messi y en el de 2006 jugó incluso Scaloni, en el que fue su único partido como futbolista en un Mundial.
Martino contra Messi
Pero México tiene la costumbre de superar las fases de grupos de los Mundiales, aunque luego se estrelle sistemáticamente en los octavos, la ronda en la que se despidió en sus siete últimas participaciones.
La fórmula ‘anti-Messi’ de los aztecas para el partido del sábado ha sido elaborado por un alquimista que conoce bien al astro del París Saint-Germain, el también rosarino Gerardo Martino, que dirigió al 10 durante una temporada en el Barcelona (2013-2014) y dos en la Albiceleste (2014-2016).
“Detenerlo pasa más porque tenga una mala tarde que por lo que podamos hacer. Pero siempre hay que preparar el partido pensando que dará la mejor versión”, señaló Martino este viernes sobre el astro.
La imagen de México fue positiva en ese partido, pese a no ganar, aunque hay un punto que preocupa a Martino y a los aficionados, la falta de gol, que puede ser especialmente preocupante ante la solidez argentina.
Henry Martín fue el elegido para actuar de 9 titular ante Polonia, aunque mediada la segunda mitad dejó su lugar a Raúl Jiménez, falto de ritmo competitivo por la pubalgia de los últimos meses.
Otra opción ofensiva para el partido es Rogelio Funes Mori, que podría medirse a su país de nacimiento, Argentina, con la que fue internacional en un partido, frente a Brasil en 2012.
La falta de gol del Tri en la ‘era Martino’ es un problema que viene de hace tiempo y un motivo de preocupación para no tener que apostarlo todo a la inspiración del emblemático arquero Guillermo Ochoa, héroe en el primer partido al detener un penal a Robert Lewandowski.
El partido tendrá además un ambiente especial al tratarse de dos de las selecciones que cuentan con más hinchas desplazados a Qatar.
“Puede ser que Mexico sea el que mande a Messi a su casa. Ya nos lo deben los argentinos”, dijo a la AFP Raúl Díaz, ingeniero de telecomunicaciones, recordando las eliminaciones mundialistas de 2006 y 2010.