Por Fernando Gallardo, Cirujano plástico egresado de la UNAM con especialidad en la UDEFA
La tecnología se apodera de los quirófanos y aumenta las expectativas en cirugías reconstructivas y estéticas.
Por ejemplo, la cirugía robótica y el uso de la inteligencia artificial contribuirán a desarrollar procedimientos más complejos y ayudará a los médicos a realizar diagnósticos y planes de tratamiento más precisos, reduciendo el riesgo de error humano, infecciones y otras complicaciones.
Al mismo tiempo, se utilizará aún más la realidad virtual para ayudar a los pacientes a visualizar los resultados de su cirugía y la tecnología de impresión 3D o bioimpresión, se utilizará para crear implantes y prótesis personalizados a la medida del paciente
En cuanto al uso de la medicina regenerativa, el uso de células madre y otras terapias regenerativas ayudarán a reducir las cicatrices y mejorar los tiempos de curación, contribuyendo a la calidad de vida de quienes padecen enfermedades crónicas.
Una de las tendencias más destacadas es el uso cada vez más extendido de la tecnología láser en procedimientos de cirugía plástica.
Esto permite a los cirujanos realizar procedimientos precisos y menos invasivos. Los láseres se utilizan en una amplia variedad de procedimientos de cirugía plástica, desde la eliminación de manchas en la piel hasta la liposucción.
Una de las aplicaciones más exitosas estos últimos meses y que marcará el 2023 es la erradicación del acné y de sus visibles y antiestéticas marcas en la frente, mejillas, hombros y en la zona peri-oral de la mayoría de pacientes.
Los tratamientos con luz pulsada y ultrasonido también serán tendencia, así como la luz pulsada y el ultrasonido
Aunque no es una tecnología nueva, la alta efectividad y nulas complicaciones de la luz pulsada se popularizan en la eliminación de manchas, las rosáceas, los puntos rubí, el acné, y también para depilación permanente.
También extenderá su uso para combatir la grasa localizada, un tratamiento basado en energía de ultrasonidos, y que es capaz de apuntar a las células grasas, lo que las elimina instantáneamente, por lo que los pacientes pueden ver resultados visibles en dos semanas.
Por otra parte, la tecnología y los tratamientos relacionados con el envejecimiento de la piel han avanzado mucho en los últimos años, por lo que es probable que veamos más opciones disponibles para tratar estos problemas en 2023, probablemente basados en investigaciones con células madre para el rejuvenecimiento facial.