Jorge Humberto Martínez Cortés, ‘El Matanovias’, fue condenado a 60 años de prisión por un Tribunal de Enjuiciamiento por su responsabilidad en el feminicidio de Campira Lisandra, ocurrido en diciembre de 2016 en la alcaldía Coyoacán.
El titular de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, Ulises Lara, dio a conocer la sentencia en contra de Jorge Humberto, además de aclarar que en ella se contempla una compensación por los perjuicios, como indemnizaciones, gastos funerarios y apoyo psicológico para las víctimas indirectas.
“Obtuvimos una sentencia condenatoria de 60 años de prisión en contra de Jorge Humberto ‘N’ por el feminicidio de la joven Campira Lisandro cometido en diciembre de 2016”, indicó,
La sentencia se logró casi 7 años después del feminicidio de Campira, a partir de las pruebas que presentó el Ministerio Público para establecer la culpabilidad del feminicida, quien intentó simular que la víctima se había suicidado.
“La representación social comprobó que el sentenciado le causó lesiones a la joven Campira Lisandro que la privaron de la vida, pese a que este hombre buscó simular un suicidio al abrir las llaves de la estufa para aparentar que la víctima se había quitado la vida”, agregó.
Feminicida serial
En octubre de 2017, Jorge Humberto Martínez fue capturado en Guatemala, país al que huyó después de que se diera a conocer que había cometido al menos tres casos de feminicidios.
De acuerdo con las investigaciones, ‘El Matanovias’ asesinó a dos de sus parejas sentimentales e intentó privar de la vida a una tercera que logró escapar y que gracias a su testimonio se destaparon los crímenes que había cometido.
Esta persona después de matar a sus víctimas alteraba las escenas del crimen para simular que se había tratado de un suicidio y les cortaba un mechón de pelo, detalle que ayudó a las autoridades a ligar los casos.
El primer caso ocurrió en 2011, cuando Jorge Humberto golpeó y arrastró por las escaleras a Adriana Ramos, quien logró salir con vida del intento de feminicidio.
Yan Kyung Jun Borrego, una joven de 21 años, fue la segunda víctima en septiembre de 2014, cuando fue hallada colgada en su departamento ubicado en la colonia Doctores e incluso el feminicida se mostró “desconsolado” ante las autoridades.
Dos años después asesinó a Campira, el 31 de diciembre de 2016, en un departamento en Coyoacán, donde dejó las llaves del gas abiertas para simular un suicidio, aunque la necropsia reveló que la víctima murió por asfixia por estrangulación.