Condenan gobernadores violencia en el Querétaro vs. Atlas
La barbarie desatada ayer en el Estadio Corregidora, en la ciudad de Querétaro, ha estremecido al mundo del futbol y también a la clase política del país, quien ha expresado mensajes de total repudio hacia estas acciones salvajes.
Uno de los primeros gobernadores en reaccionar ante este suceso fue Mauricio Kuri, mandatario del estado de Querétaro, quien está siguiendo de cerca los hechos, incluso desde el Hospital General de la entidad, al cual llegaron varias personas lesionadas.
Condeno con toda energía la violencia del día de hoy en el Estadio Corregidora. La empresa propietaria de Gallos e instituciones deberán responder por los hechos. He dado instrucciones para que se aplique la ley con todas sus consecuencias. En Querétaro no hay impunidad”, escribió en sus redes.
Seguido, el gobernador de Jalisco Enrique Alfaro, pendiente de lo sucedido con los aficionados del Atlas que viajaron desde Guadalajara, lamentó de manera general lo sucedido en el recinto de Gallos Blancos.
“Ante los hechos sucedidos esta tarde en el estadio La Corregidora durante el partido Querétaro contra Atlas, quiero informarles que estamos atendiendo esta terrible situación (…) La información y los datos sobre estos hechos todavía no se determinan, pero estaré al pendiente para apoyar en lo que se necesite. El Gobierno de Jalisco lamenta profundamente que la violencia se apodere de los estadios de futbol”, escribió.
En Nuevo León, el gobernador Samuel García también dio reacción y expresó su tristeza y calificó las acciones como “un terrible golpe a la esperanza”.
“Lo que pasó en Querétaro duele e indigna, ¿es qué no aprendimos nada después de dos años de pandemia, después de todo lo que perdimos? Yo quiero creer que vivir lo que vivimos nos hizo mejores personas, pero la violencia que vimos hoy es un terrible golpe a la esperanza”, expresó.
No podemos ser eso, no debemos tolerar eso. Tenemos que hacer todo lo que esté en nuestras manos para que la tragedia que se vivió en Querétaro no vuelva a pasar en ningún lugar de México, en ningún lugar del mundo.