El crecimiento del comercio mundial se desacelerará a 1.7 por ciento en 2023, tras un aumento de 2.7 por ciento en 2022, según las proyecciones anuales de la Organización Mundial del Comercio (OMC) publicadas este miércoles.
Los economistas de la OMC prevén ahora un crecimiento del volumen del comercio de 1.7 por ciento en 2023 –en alza con respecto a la estimación de 1.0 por ciento hecha en octubre-, aunque por debajo del 2.7 por ciento en 2022.
Según la OMC, un factor clave de esta mejoría es la flexibilización de los controles vinculados con la pandemia de covid-19 en China, que liberaría la demanda de consumo acumulada en el país y estimularía así el comercio internacional.
Por otra parte, los economistas de la OMC proyectan un crecimiento del PIB de 2.4 por ciento.
“El comercio continúa siendo un motor de la resiliencia de la economía mundial, pero seguirá estando sometido a la presión de factores externos en 2023”, subrayó la directora general de la OMC, Ngozi Okonjo-Iweala, en un comunicado, en el que instó a los gobiernos a evitar “una fragmentación de las transacciones comerciales” y a abstenerse “de ponerle trabas al comercio“.
El hecho de que el volumen del comercio mundial creciera un 2.7 por ciento en 2022, menos que la tasa de 3.5 por ciento que la OMC había previsto en octubre, se debió a una caída en el cuarto trimestre del año pasado, causada por varios factores, según la OMC.
Entre estos, se encuentra el aumento de los precios mundiales de los productos básicos, el endurecimiento de la política monetaria en respuesta a la inflación y los brotes de covid-19, que perturbaron la producción y el comercio en China.
Para el economista jefe de la OMC, Ralph Ossa, es “probable” que factores como los “efectos persistentes del covid-19 y las tensiones geopolíticas crecientes” también afecten al comercio y a la producción en 2023, como ya hicieron en 2022.
Para 2024, se espera que el comercio crezca un 3.2 por ciento y el PIB, un 2.6 por ciento.
Pero se trata de una estimación “manchada de una incertidumbre más fuerte de lo habitual”, advierte la OMC, por las tensiones geopolíticas, la inseguridad alimentaria mundial y las eventuales consecuencias imprevistas del endurecimiento de las políticas monetarias, los riesgos que afectan a la estabilidad financiera y el aumento de la deuda.