La fiesta de los Paralímpicos inició este miércoles 28 de agosto de 2024 con la Ceremonia de Inauguración. Andrew Parsons, presidente del Comité Paralímpico Internacional (CPI) espera que los Juegos detonen una revolución de inclusión.
“Los atletas van a desafiar estigmas, redefinir los límites. Los Paralímpicos demostrarán lo que pueden lograr, cuando las barreras para triunfar han sido quitadas. Es una prueba que podemos y debemos avanzar más a la inclusión para la discapacidad. Espero que los Paralímpicos detonen una revolución de inclusión”, dijo Parsons.
Inauguración de los Paralímpicos
Por su parte, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, también hizo un llamado a una revolución individual.
“Esta noche los revolucionarios son ustedes, los atletas. Cuando les dijeron que no, ustedes continuaron, hoy nos invitan a cambiar nuestra mirada, perspectiva, actitud, para que cada persona de su lugar. Con ustedes volveremos a ver lo más hermoso que el deporte nos puede dar.
Cada una de sus victorias llenarán de orgullo a su país, cada una de sus victorias nos ayudará a movernos hacia un mundo hacia adelante. Cada uno de ustedes carga un mensaje, no nos pongamos límites, eso es la revolución paralímpica, una revolución individual. Los Paralímpicos tienen el poder para desafiarnos, transformarnos. Revolucionar la forma en cómo vemos al mundo. Nuestra revolución empieza hoy, bienvenidos a los Paralímpicos”, dijo el mandatario.
Unos cuatro mil 400 deportistas de 168 delegaciones desfilaron desde los Campos Elíseos, considerada entre los franceses como “la avenida más hermosa del mundo”, hasta la Plaza de la Concordia, donde un escenario central en torno al famoso obelisco acogerá el espectáculo ‘Paradoxe’ (Paradoja).
Unos 30 mil espectadores seguirán el show desde las gradas instaladas en la plaza de la Concordia y otras 15 mil personas disfrutaron del desfile de los deportistas en una zona gratuita en la parte baja de la avenida de los Campos Elíseos.
París arrancó la ceremonia de apertura de los Paralímpicos con un viaje “desde la discordia…” hasta la Concordia, nombre de la plaza donde tuvo lugar el espectáculo, y con una nueva interpretación de un clásico francés.
En pleno atardecer y con el telón de fondo de la Torre Eiffel y el Grand Palais, el escenario instalado alrededor del obelísco de la plaza parisina se llenó de bailarines para ofrecer un show cargado de significado.
Unos 140 artistas trajeados y otros 16 con discapacidades y vestidos con tonos azules, rojos y blancos, presentaron una actuación llena de energía que comenzó con las notas del piano de Chilly Gonzales.
Los dos grupos de bailarines introdujeron una “paradoja”, palabra con la que el director artístico Thomas Jolly decidió titular la ceremonia: una sociedad que quiere ser más inclusiva, pero que debe seguir esforzándose para integrar a las personas con discapacidad.
Mientras ambos grupos bailaban, ignorándose en gran medida entre ellos, el artista francés Christine and the Queens entró en escena para poner algo de ritmo a la hasta entonces completamente abstracta actuación.
A diferencia de la clásica interpretación de Céline Dion del famoso “Hymne à l’amour” de Edith Piaf durante la ceremonia de apertura de los Juegos de París, Christine and the Queens cantó una versión electropop del “Non, je ne regrette rien2 de la célebre artista del siglo XX.
Al término de la canción, los dos grupos de bailarines se colocaron frente a frente, mirándose a los ojos, antes de que los cazas de la ‘Patrouille de France’ pintaran de azul, blanco y rojo el cielo de la capital francesa y dieran paso al desfile de los paradeportistas.