El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, abordó el tema de los migrantes deportados a México tras las nuevas restricciones al asilo en Estados Unidos, promulgadas la semana pasada por el Gobierno de Joe Biden.
Durante su conferencia matutina, López Obrador destacó que, a pesar de una crisis migratoria en diciembre pasado, con un promedio de 12 mil migrantes interceptados diariamente en la frontera entre Estados Unidos y México, la cifra ha disminuido en casi un 56 por ciento, alcanzando los 5,506 el 9 de mayo pasado.
“No (implica más migrantes devueltos a México), estamos así (con esta tendencia). Vamos bien”, señaló.
En este sentido, el presidente espera que esta tendencia se mantenga. El mandatario señaló que las medidas adoptadas por Biden, como abrir alternativas legales para migrantes de ciertos países latinoamericanos, están contribuyendo a controlar el flujo migratorio y evitar una situación desbordada.
López Obrador se refirió a la norma promulgada por el Gobierno de Biden, que instruye a los agentes migratorios a restringir la solicitud de asilo a personas consideradas un “riesgo para la seguridad pública o nacional”, expulsándolas inmediatamente a México o iniciando un proceso formal de deportación, según su nacionalidad.
El presidente mexicano también informó sobre su reunión con Elizabeth Sherwood-Randall, asesora de Seguridad Nacional de Biden, y el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, donde se discutió principalmente el tema migratorio y la coordinación entre ambos países.
Sobre la estrategia de su Gobierno, López Obrador enfatizó en la protección de los migrantes y en ordenar el flujo migratorio, además de buscar inversiones del Gobierno estadounidense en países latinoamericanos y del Caribe para abordar las causas fundamentales de la migración.