Luego de más de 22 horas, el juez de control del Centro de Justicia Penal Federal del Reclusorio Sur, Felipe de Jesús Delgadillo Padierna, determinó no vincular a proceso a los abogados Juan Antonio Araujo Riva Palacio, César Omar González Hernández, Issac Pérez Rodríguez y al asesor financiero David Gómez Arnau, ligados al exconsejero jurídico de la Presidencia, Julio Scherer Ibarra.
La Fiscalía General de la República los acusaba por los delitos de asociación delictuosa, tráfico de influencias, extorsión y lavado de dinero en agravio de Juan Collado, a quienes vinculó con el exconsejero jurídico de la Presidencia.
Tras el fallo, la periodista Lourdes Mendoza escribió en su cuenta de Twitter que el juzgador señaló que las autoridades y Collado “pudieron haber incurrido en responsabilidades”.
Delgadillo Padierna no pasó por alto que la Fiscalía señaló a Julio Scherer Ibarra como parte fundamental de la asociación delictuosa de la que imputó a los cuatro investigados, pero no fue citado a comparecer, lo que el juez consideró como un intento de “imputación ficticia” contra el exconsejero jurídico, con lo que violó su presunción de inocencia.
“Se imputó ilícitamente a Julio Scherer a través de la imputación de otros”, dijo el juez Felipe de Jesús Delgadillo Padierna, y agregó que la fiscalía actuó de “mala fe”.
Para el juez, la FGR no presentó ninguna prueba para determinar la existencia de un delito y la probable comisión del mismo por parte de alguno de los investigados.
Por lo anterior, ordenó dar vista a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) para que investigue y determine si Juan Collado o los fiscales encargados del caso violaron los derechos humanos de Scherer, Araujo, Gómez, González y Pérez.
La Fiscalía General de la República (FGR) presentó una acusación formal en contra de tres abogados, antiguos colaboradores de Julio Scherer Ibarra, y de su supuesto operador financiero, por presuntamente haber intentado extorsionar al jurista y empresario Juan Collado.
Juan Collado aseguró que fue víctima de intentos de extorsión de dichos litigantes con la supuesta complicidad de Scherer. Afirma, entre otras cosas, que pagó fuertes sumas de dinero y estuvo a punto de venderles su empresa a cambio de que le ayudaran con un supuesto beneficio legal.