Una mujer denuncia cómo el pasado viernes 21 de octubre en Hookah Santa Fe, en la Ciudad de México, drogaron y escondieron en un baño a su hija, sin que hasta el momento haya un responsable por el ataque.
En un audio en poder de Noticias en la Mira, de poco más de tres minutos, relata que la joven, de quien se desconoce nombre o edad, acudió al restaurante-bar ubicado en Av. Vasco de Quiroga 3880, Lomas de Santa Fe, Contadero, en la alcaldía Cuajimalpa, junto a cuatro de sus amigas, y quedaron que el chofer de una de ellas la regresaría a su casa.
“Quedé con ella de que me llamaría cuando saliera del lugar. No me llamaba. Yo le marqué muchas veces y no me contestaba, de repente me llama una de sus amigas para decirme que no encontraban a mi hija, que ya se había acabado la fiesta”, explica la madre.
Al acudir al lugar para buscar a su hija, la mujer señala que el localizador del celular de la chica marcaba que todavía se encontraba en el lugar, sin embargo, los empleados insistieron que la joven se había ido del sitio. “Mi hija no se hubiera ido a otro lugar sin avisar”, señala la relatora en el audio.
Los argumentos de la mujer fueron escuchados por la administradora de la plaza comercial que alberga el establecimiento y obligó a los trabajadores a buscar de nueva cuenta.
“Ella decide buscar, en primer lugar, en los baños al final del pasillo. En el último de los cubículos se encuentra con una puerta bloqueada. Con esfuerzo logra abrirla parcialmente y nos encontramos con un baño que funciona de bodega lleno de bolsas negras con cortinas, es decir, bultos muy pesados que cubrían todo el piso y los muebles de baño logra asomarse y grita, ‘aquí hay una niña’”, relata.
De acuerdo a lo que se escucha en el audio, la joven fue encontrada desorientada y sin saber cómo llegó, por lo que fue llevada a un hospital donde le aplicaron pruebas toxicológicas que salieron negativas.
“Hablando con una doctora del Hospital Ángeles Lomas, especialista en toxicología, me indica que esta situación muy común hoy en día, se hace con una sustancia llamada escopolamina, que tiene como objetivo dormir profundamente a la víctima con fines de abuso. No es rastreable”, dice.
Al día siguiente, a mujer acudió a buscar explicaciones y al responsable de ataque a su hija al Hooka Santa Fe y para su sorpresa le mencionaron que las cámaras que abarcan el pasillo que lleva a los baños no funcionaban; y al intentar hablar con el dueño del establecimiento la comunicaron con quien dijo ser Uri Boltvinik.
“Me topo con un hombre ruin, interesado únicamente en saber si mi hija era menor de edad. No tuvo ningún interés en saber qué sucedió en su negocio o está ocultando alguna evidencia. Su respuesta a mi necesidad de ver qué había pasado fue un ‘da gracias a que tu hija está viva’”, señala la madre de la joven.
La mujer hace un llamado a los padres de familia y a los jóvenes a prestar atención a los lugares donde acuden a divertirse.
“Sabemos que hoy esto pasa todos los días en nuestro país, pero cuando te toca y lo vives en carne propia te das cuenta que la vida se te va y que hay gente que lejos de querer ayudarte, fomenta que estas desgracias sigan sucediendo. Cuéntenle por favor mi historia a sus hijos y cuiden los muchos”, concluye.
La periodista Lourdes Mendoza Peñaloza, columnista de el Financiero y directora de Noticias en la Mira, hace un llamado para que el caso se esclarezca y no quede en la impunidad.