FILANTROPÍA/ Revalorar a las pymes
Por Felipe Vega, fundador de CECALI Latinoamérica, empresa de capacitación para figuras no lucrativas
Las pequeñas y medianas empresas se posicionan como un área crucial para desplegar el desarrollo sostenible de múltiples comunidades en el mundo. Dar a conocer las mejores prácticas de negocios, establecer lineamientos para mejores políticas de logística y finanzas e impulsar su innovación y crecimiento continuo son fundamentales para abrir oportunidades.
La actividad filantrópica está focalizada ahora en estas entidades.
El número de empleados determina qué es una Pyme y esto varía de una economía a otra. Pero, independientemente de su tamaño, las pequeñas y medianas empresas (PYME) son la columna vertebral de la mayoría de las economías durante décadas y representan el 70 por ciento de todos los empleos en todo el mundo.
Sin embargo, muchas PYME pueden carecer de los recursos, talento y capacidades para expandirse a largo plazo.
Las pequeñas empresas representan más del 90 por ciento de todas las empresas globales, pero su productividad es apenas la mitad de la de las grandes empresas. Entonces, reducir la brecha de productividad podría equivaler del 2 al15 por ciento del PIB en las economías avanzadas y emergentes.
La brecha tiende a variar más entre subsectores: por ejemplo, en un país, las PYMES empresas dedicadas a la fabricación de productos de tabaco son solo 35 por ciento tan productivas como sus contrapartes más grandes, mientras que las que fabrican metales básicos son 85 por ciento más productivas.
Lo que es indiscutible es que las pymes pueden ser un motor de crecimiento notable y una fuente de estabilidad para las instituciones financieras . Por ejemplo, las pymes generalmente prefieren satisfacer todas sus necesidades financieras de una sola fuente.
Normalmente, cuanto más crece una pequeña empresa, más complejas se vuelven sus necesidades financieras y más se interesa por soluciones integrales. Para satisfacer estas necesidades, los bancos podrían ofrecer herramientas de gestión del flujo de efectivo en paquete y explorar asociaciones con fintechs especializadas.
Al mismo tiempo, existen muchas posibilidades de acción en el Tercer Sector si consideramos que las pequeñas empresas no puedan prosperar sin establecer relaciones muy significativas con empresas más grandes y productivas.
Asociarse con empresas más grandes podría ser la forma más eficaz para que las pequeñas empresas tengan un mejor desempeño. A menudo, interactúan con una empresa más grande, como consumidor o comprador. Comprender ese tipo de redes representa una gran oportunidad para trabajar en pro de las pymes.
La consultoría y educación, por otra parte, son vertientes que las empresas no lucrativas deben considerar al establecer su objeto social para catapultar el desarrollo local y ampliar las oportunidades de empleo y gestación de riqueza en distintas localidades.