Fútbol femenil, más allá del espectáculo, están los derechos de las jugadoras
- Cuentan futbolistas, abogadas y especialistas los retos de este estigmatizado deporte
- Esther Mora Soto una mujer que sin reflectores abrió el camino en Europa
Elda Montiel Toral
SemMéxico, Ciudad de México, 18 de octubre 2024.- El futbol femenil, como todo deporte es un derecho humano, pero también es una industria y un espectáculo, que debe reconocer los derechos laborales de las deportistas profesionales, con salarios dignos y prestaciones, son algunos de los pendientes que enfrentan actualmente las deportistas.
En el Primer Seminario “Retos de los derechos humanos laborales de las futbolistas mexicanas. En el marco del Mundial de Futbol de 2026”, abogadas, especialistas y pioneras del futbol femenil profesional en México analizaron las condiciones, no siempre favorables, en las que prevalece la profesionalización de este deporte estereotipado por décadas como un asunto solo de hombres, pero al que las mujeres también han llegado,
En México no hay oportunidad para las exfutbolistas con preparación para formar parte de los equipos técnicos en los clubes profesionales, sostuvo Esther Mora Soto, considerada como una figura icónica del futbol femenil y la primera que se profesionalizó como directora técnica en Italia.
Mora Soto plantea que la introducción de mujeres en los cuerpos técnicos disminuiría los problemas de acoso sexual, que afecta a las jugadoras profesionales y que, dijo, excepcionalmente salen a la luz pública.
Esther Mora Soto, sin reflectores, triunfó en Italia
Recién ingresada al Salón de la Fama, Esther Mora Soto ve lejano el momento para que las directivas y responsables del deporte volteen a ver el futbol femenil y esta actividad profesional reciba la atención debida, no obstante, dijo, es un buen momento para ver a las futbolistas.
Ellas han demostrado que pese a las limitaciones pueden hacer mucho. Ella misma, recuerda que siendo muy joven y sin apoyo de empresas futbolísticas ni de las federaciones, mucho menos un representante, excepto la ayuda de su familia emigró a Europa, casi dos años antes que Hugo Sánchez.
Esther Mora Sota es una apasionada en su trabajo y desde siempre buscó hacer la diferencia. Desde niña se recuerda jugando futbol, en un tiempo en que era inconcebible, no era un deporte “propio de las mujeres”. Por ello, dice el futbol se debe fomentar desde la infancia entre las niñas, este deporte ayuda a fomentar la igualdad, pero eso no ha sido entendido por las empresas futbolísticas.
Recordó que en las décadas de los setenta y ochenta, las futbolistas soñaban con canchas de entrenamiento, con un estadio y con ligas que promovieran el futbol femenil, el paso ha sido lento.
Sin embargo, ella en 12 años logró ser seleccionada nacional; en 1976, con 18 años ya se encontraba en Italia donde jugó como profesional, conquistó tres campeonatos de goleo, con su equipo lograron dos títulos y fue elegid como la mejor jugadora extranjera.
Una contratación que proteja los derechos laborales de las deportistas
Susana Pérez Domínguez, abogada y ex jugadora de la selección de futbol femenil de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), refiere que la desigualdad laboral ha sido un problema, no sólo en la diferencia de salarios con respecto a los hombres, sino que también es difícil que las empresas futbolísticas reconozcan otros de sus derechos laborales, todo lo cual se convierte en barreras para su desarrollo.
Recordó que la Liga de Futbol profesional femenil inició con condiciones mínimas para las jugadoras, pese a que cumplían con un horario, pero no les reconocían la relación laboral, el pretexto era que estaban iniciando y les argumentaban que hace setenta años los hombres pasaron por lo mismo.
Los sueldos para las jugadoras eran de mil 500 pesos, no les pagaban la transportación aérea, se ahorraban el hospedaje para lo cual viajaban en autobús para llegar directamente a jugar, carecían de servicio médico y las lesiones, muchas veces graves, no se consideraron como riesgos de trabajo. Aunado que un embarazo no era compatible con la vida laboral.
Ellas tampoco son consideradas como beneficiarias de la casa club o se les regatea la posibilidad de que puedan vivir en ellas, pese a que muchos jugadores con grandes sueldos ya ni siquiera necesitan de esas viviendas, lo que obligaba a las jugadoras a tener que gastar en la renta de una casa, dijo Susana Pérez Domínguez.
Las jugadoras más jóvenes también estudian, lo que es muy importante, considerando que la carrera deportiva es muy corta, sin embargo, es difícil. Otros elementos que muchas veces acortan la vida deportiva son la menstruación, un embarazo o la maternidad.
De ahí que, los clubes tienen muchos retos que cumplir para garantizar los derechos laborales de las jugadoras, especialmente los riesgos de salud, para que no se repitan casos como el ocurrido a Ana Campa, quien perdió la visión de un ojo, pero no se consideró como riesgo de trabajo, ni se pensó en reubicarla en otra área.
De ahí que Susana Pérez Domínguez recomendó que la jugadoras deben buscar contratos colectivos para protegerse.
Espectáculo o negocio, pero debe prevalecer el derecho de las jugadoras
Para la abogada Patricia Muñiz Domínguez el derecho al deporte es un derecho humano, antes que un espectáculo o un negocio. De ahí que deben prevalecer, como los derechos laborales, que no existen para los empresarios deportivos, pese a que Ley General de la Cultura Física y Deportes que en su artículo 84, marca el deporte profesional como un trabajo.
Lamentó que sigan permeando en el imaginario social falsos estereotipos en relación con el futbol femenil, como el hecho de que no vende, ni llena los estadios o que nadie lo ve. En tanto, hay una corriente que critica a las futbolistas por exigir un salario digno.
Al respecto dijo que México ocupa el segundo lugar de los países por llenar un estadio con más de 100 mil personas en un encuentro de la Liga Femenil Mx.
Patricia Muñiz Domínguez, abogada especialista en Derecho Deportivo, fue titular de la Comisión de Apelación y Arbitraje del Deporte, señala que tal pareciera que en el deporte no existen los derechos humanos ni tampoco la Constitución.
Reformas para garantizar la Ley del Deporte con perspectiva de género
Noemí Monroy Enríquez, también abogada especializada en asuntos deportivos e impulsora de la iniciativa para establecer un salario base y derecho pleno para las jugadoras, que fue aprobado por el Senado el 5 de marzo de 2023, indicó que es necesario que la Cámara d Diputados apruebe esa reglamentación para su pronta operación.
La abogada relató el acompañamiento que le dieron a Paola López Irigoyen, exfutbolista profesional que jugó en la primera división BBVA Femenil y en la Liga Mx Femenil, y quien exigía una copia de su contrato.
En su exposición Monroy Enríquez relató los cuestionamientos que les hacían e, incluso, el debate que surgió ante la suposición de que la aprobación de la reglamentación deportiva, se corría el peligro de que la liga Mx Femenil podría desaparecer.
Lo que se busca explicó es disminuir la brecha abismal que existe entre el futbol varonil y el femenil, desde un enfoque de igualdad y dignidad para las futbolistas.
Relato como existe esa resistencia a tocar los temas laborales en el deporte profesional que deben tener un enfoque de derechos humanos y que uno de los temas a discutir con las federaciones y clubes del futbol femenil fue la atención médica especializada además de tener inscritas a las jugadoras en el Instituto Mexicano del Seguro Social.
La abogada Monroy Enríquez junto con la Red de Mujeres Sindicalistas están dispuestas a seguir impulsando esta iniciativa ante la diputación federal, ya que no sólo es benéfica para las futbolistas, sino para todass las deportistas
Cabe recordar que en 2023, el Senado aprobó el dictamen de Ley que reforma el artículo 296 de la Ley Federal del Trabajo en materia de deporte profesional conocida como la Ley de Igualdad en el Deporte y busca establecer un salario base para los deportistas profesionales, que los dueños de empresas o clubes inscriban en el IMSS a sus jugadores y jugadoras, y mantener un servicio médico especializado.
Además, contempla que el salario base podrá contar con las aportaciones derivadas de las categorías de eventos o funciones de los equipos o de la experiencia en el deporte profesional.