Los países del G7 acordaron el sábado poner en marcha, antes del final del año, un mecanismo para diversificar las cadenas mundiales de suministros, al concluir una cita de autoridades financieras previa a una cumbre de gobernantes la próxima semana.
Los ministros no mencionaron directamente la intención de reducir la dependencia del comercio con China o Rusia para justificar el acuerdo.
Sin embargo, la secretaria estadounidense del Tesoro, Janet Yellen, citó los recientes choques que enfrentó la economía mundial.
“Los efectos de la guerra rusa contra Ucrania y las interrupciones causadas por la pandemia han dejado clara la importancia de una cadena de suministros diversificada y resiliente”, declaró Yellen a periodistas.
Los ministros de Finanzas y jefes de bancos centrales del Grupo de los Siete destacó la “urgente necesidad de abordar las vulnerabilidades existentes en (…) las cadenas de suministros altamente concentradas”.
El plan denominado RISE (Resilient and Inclusive Supply-chain Enhancement) o Reforzamiento de una Cadena de Suministros Resiliente e Inclusiva, ofrece a los países en desarrollo interesados “financiamiento, conocimiento y alianzas”, indicaron los ministros.
La cita de tres días en Niigata, una ciudad costera en el centro de Japón, ocurrió poco antes de que los gobernantes del grupo de grandes economías se reúnan del 19 al 21 de mayo en Hiroshima.
Se espera que en la agenda de la cumbre figuren el apoyo a Ucrania y la relación del G7 con China, además del desarme nuclear y acciones contra el cambio climático.
En las conversaciones del sábado, el grupo reafirmó su apoyo a las sanciones contra Rusia y que busca asegurar su aplicación.
En las conversaciones de Niigata también estuvieron los jefes del Fondo Monetario Internacional (FMI), la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y el Banco Mundial, así como los ministros de Finanzas de Brasil, India e Indonesia.