GOBIERNO DE CALIDAD/ Desperdicio de alimentos
Por Jorge Manrique, Recto del Colegio Jurista y Director de Gobierno de Calidad, consultoría de políticas públicas.
Una de las paradojas más tristes de nuestro mundo es el desperdicio de alimentos mientras prevalece un alto nivel de inseguridad alimenticia y hambre.
La FAO estima un desperdicio global de entre un cuarto y un tercio de los alimentos producidos anualmente para consumo humano, esto presenta algo así como 1,300 millones de toneladas de alimentos, suficientes para alimentar a 2,000 millones de personas
En el caso de América Latina y el Caribe, se estima 6% de las pérdidas mundiales de alimentos y, cada año se pierde y desperdicia alrededor del 15% de sus alimentos disponibles, aun cuando 47 millones de sus habitantes todavía viven día a día con hambre.
Por su parte, en México de acuerdo con el Banco de Alimentos de México (BAMX), un tercio del alimento producido se desperdicia, lo que equivale a 38 toneladas por minuto, que bien podrían alimentar a 25.5 millones de personas con carencia alimentaria.
De acuerdo con FoodPrint, empresa dedicada a la investigación y educación sobre prácticas de producción de alimentos, existen dos tipos de desaprovechamiento de alimentos: la pérdida y el desperdicio.
La pérdida es una disminución en la cantidad o calidad de los alimentos como resultado de las decisiones y acciones de los proveedores en la cadena alimentaria, excluyendo a los minoristas, proveedores de servicios de alimentos y consumidores, en las fases de producción, post-cosecha, almacenamiento y transporte.
El desperdicio es el resultado de las decisiones y acciones de los minoristas, proveedores de servicios alimentarios y consumidores. Incluye la comida a medio comer que queda en el plato en un restaurante y los restos de la comida preparada en casa.
¿Dónde se da esa pérdida o desecho alimentos? En todos los puntos de la cadena alimentaria: en las granjas, barcos de pesca, durante el procesamiento, la distribución, en las tiendas minoristas, en restaurantes y en los hogares.
Y son justo los hogares los responsables de la mayor parte del desperdicio de alimentos. Información del Índice de desperdicios de alimentos 2021, publicado por el PNUMA , en 2019 se estimó un desperdicio de alimentos de 931 millones de toneladas de los cuáles 61% provino de hogares, 26% del servicio de alimentos y 13% restante del comercio minorista, como supermercados o pequeños almacenes
Hay tres culpables de la pérdida de alimentos: las granjas que producen más alimentos de los que pueden vender, los estrictos requisitos de los clientes que hacen que algunos alimentos comestibles no sean comercializables y el daño de manejo que hace que los alimentos no sean aptos para comer.
Las soluciones requerirán que los agricultores, fabricantes y tiendas de comestibles trabajen juntos en la disminución de los desperdicios de alimentos y logren a la par ganancias ambientales. Nuestro mundo no puede postergar las soluciones que paliaran el hambre.