ICC México plantea diez propuestas en energía y medio ambiente para avanzar en la lucha contra el cambio climático

  • * Solo con acciones inmediatas y coordinadas, basadas en energías limpias, gestión del agua. financiamiento verde y tecnologías innovadoras se podrá mitigar el calentamiento global, y así garantizar un futuro sostenible para las próximas generaciones

 

Ante la evidencia científica que apunta que el ritmo y la escala de la acción climática son insuficientes, la International Chamber of Commerce México (ICC México) hace un llamado urgente a los líderes de la COP-29 que se realizará en Bakú, Azerbaiyán en estos días, para que tomen acciones decisivas y se comprometan a implementar acciones en sus respectivos países para mitigar el calentamiento global y proteger el entorno natural.

Desde el capítulo México, que estará representado por Alejandro de Keijser, presidente de la Comisión de Energía de ICC México y Vicepresidente de la Comisión mundial de Medio Ambiente de ICC, y Erick Hernández Gallego, vicepresidente de la Comisión de Medio Ambiente de ICC México y Cochair del grupo de trabajo global de ICC sobre Economía Circular, nos comprometemos a colaborar activamente en estos esfuerzos, convencidos de que solo mediante un enfoque colaborativo e innovador podremos enfrentar los desafíos ambientales de nuestro tiempo y construir un futuro sostenible para las generaciones venideras.

La ICC México se reunió con algunos expertos para debatir sobre la Perspectiva en Energía y Sustentabilidad en México para 2025 y generar diversas propuestas que serán presentadas en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2024 (COP29), dentro de las cuales resaltan las 10 que incluyen en este documento.

Desde ICC México, expresamos nuestra firme convicción de que la lucha contra el cambio climático debe acelerarse a través de políticas sólidas y esfuerzos conjuntos entre sectores público, privado y social. Reconocemos la importancia de la COP-29 como un foro crítico para fortalecer la cooperación internacional y revisar las estrategias necesarias para mitigar el calentamiento global y proteger el entorno natural.

Como parte de los esfuerzos de cambio climático en temas de energía, con base en la evidencia científica y las conclusiones del Taller sobre «Perspectiva en Energía y Sustentabilidad en México para 2025», planteamos las siguientes propuestas:

 

  1. Impulso a las Energías Limpias: Consideramos que la inversión en fuentes de energía renovable y tecnología limpia es fundamental para alcanzar una sustentabilidad genuina y reducir significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de manera rápida, costo – efectiva y con beneficios holísticos en comunidades vulnerables. Exhortamos a que se prioricen políticas y fondos que faciliten esta transición energética en México y otros países emergentes.
  2. Inventarios Nacionales de Emisiones: Es esencial contar con datos robustos y precisos sobre las emisiones de GEI para diseñar políticas efectivas. Urgimos a que todos los sectores se involucren activamente en la construcción de inventarios exhaustivos y actualizados que sirvan de base para estrategias de mitigación más ambiciosas.
  3. Revisión y Fortalecimiento de las NDC: La adaptación y mitigación del cambio climático requieren compromisos nacionales (NDC) alineados con la realidad climática actual. Reiteramos la necesidad de que estos compromisos sean revisados de manera inmediata y adaptados a una escala adecuada, además de garantizar su compatibilidad con políticas públicas y estándares internacionales.
  4. Transición Energética para el Desarrollo Social: El sector privado desempeña un papel clave en la promoción de una transición energética que no solo sea rentable, sino que también contribuya al desarrollo social y a la reducción de la desigualdad. Nos comprometemos a impulsar proyectos que combinen rentabilidad con beneficios sociales, generando un impacto positivo y duradero en las comunidades.
  5. Gestión y Conservación del Agua: La preservación de los recursos hídricos debe ser una prioridad. Es fundamental replantear nuestra relación con el agua mediante una inversión estratégica que abarque desde la educación ambiental y la regeneración de ecosistemas hasta la gestión eficiente, el reúso y el reciclaje del agua.
  6. Tecnología para la Gestión Ambiental: La tecnología ofrece herramientas cruciales para un monitoreo ambiental efectivo. Proponemos que se invierta en tecnologías de información en tiempo real que permitan entender el estatus de los recursos naturales, la infraestructura afectada por el cambio climático y soluciones que balanceen el uso y conservación de acuíferos y otros ecosistemas.
  7. Reglas Claras y Democratización de la Compensación de Emisiones: Para facilitar una transición ambiental inclusiva, es imprescindible contar con regulaciones claras que fomenten el desarrollo de proyectos sustentables. Además, la democratización de las compensaciones de emisiones y la atracción de inversiones en restauración ecológica son esenciales para generar un cambio real y significativo en la protección de nuestro planeta.
  8. Financiamiento Verde Directo para Comunidades Locales: Para lograr una transición justa, es fundamental que las comunidades locales, especialmente aquellas en áreas rurales o de alta vulnerabilidad climática, reciban financiamiento directo para desarrollar y liderar proyectos de mitigación y adaptación al cambio climático. Proponemos la creación de un fondo específico para apoyar proyectos de energía renovable, conservación de ecosistemas y regeneración agrícola, entre otros, que sean liderados por comunidades locales. Esto no solo empoderaría a estas comunidades, sino que también contribuiría a una descentralización del financiamiento, impulsando la economía local y asegurando que los beneficios ambientales y sociales sean tangibles para quienes más los necesitan.

Incorporar el concepto de Retorno Social de la Inversión (SROI) en el financiamiento verde directo a comunidades locales es esencial para priorizar y justificar estas inversiones de manera efectiva y transparente. La propuesta de financiamiento verde directo no solo se enfocaría en los retornos financieros, sino en el impacto social, ambiental y económico que los proyectos generan para las comunidades. El SROI se convertiría así en un eje central para la toma de decisiones, permitiendo medir y demostrar el valor total de cada inversión en términos de desarrollo sostenible.

  • Mejora de la calidad de vida y empoderamiento de las comunidades, mediante el acceso a recursos económicos y la autonomía para liderar sus propios proyectos de mitigación y adaptación climática, con respeto a su derecho a la libre determinación y definición de desarrollo.
  • Impacto ambiental positivo, incluyendo la reducción de emisiones, la preservación de la biodiversidad y la regeneración de ecosistemas críticos, como bosques y cuencas hídricas.
  • Crecimiento económico local, al promover empleo y capacitación en energías renovables, prácticas agrícolas sostenibles y conservación ambiental.

El SROI permitiría que tanto las comunidades como los inversionistas visualicen y cuantifiquen los beneficios a largo plazo, asegurando que los recursos se destinen a los proyectos que generen el mayor retorno social. De esta manera, el SROI no solo guiaría la asignación de recursos, sino que también aumentaría la transparencia y la responsabilidad de estos proyectos, demostrando el valor tangible de una economía verde inclusiva y resiliente.

  1. Inclusión de Pueblos y Comunidades Indígenas en la Toma de Decisiones: Los pueblos y comunidades indígenas son custodios de un vasto conocimiento ancestral en la gestión y preservación de los recursos naturales. Para maximizar el impacto de las políticas climáticas, proponemos que las comunidades indígenas no solo sean consultadas, sino que ocupen un lugar central en la toma de decisiones climáticas a nivel nacional e internacional. Esto incluiría la integración de sus conocimientos tradicionales en estrategias de adaptación y mitigación y su participación en la creación de políticas. Asimismo, proponemos que se destinen fondos específicos para la protección de sus tierras y territorios (incluyendo su biodiversidad), considerando el rol fundamental de los ecosistemas en sus tierras para capturar carbono y mantener la estabilidad climática.
  2. Adaptación Urbana para una Infraestructura Resiliente al Clima: Ante el rápido crecimiento urbano y los fenómenos climáticos cada vez más intensos, es crucial que las ciudades adopten estrategias de infraestructura resiliente al clima. Proponemos que los gobiernos locales en zonas urbanas y costeras implementen políticas de infraestructura verde, como sistemas de drenaje sostenible, techos y muros verdes, y la integración de espacios verdes para reducir el impacto de las olas de calor, inundaciones y otros desastres climáticos. Asimismo, exhortamos a los gobiernos y al sector privado a invertir en la modernización y resiliencia de los sistemas de transporte y suministro de energía en zonas urbanas, considerando la protección de la salud y seguridad de los habitantes frente a futuros eventos climáticos extremos.

La ICC México reafirma su compromiso con la acción climática global, reconociendo la urgencia de actuar frente al calentamiento global y sus efectos devastadores. Las propuestas presentadas para la COP-29 son un paso crucial hacia un futuro más sostenible, y es imperativo que los líderes internacionales asuman su responsabilidad y trabajen de manera conjunta para implementar soluciones eficaces. Solo a través de un enfoque colaborativo entre gobiernos, empresas y sociedad civil será posible mitigar los impactos del cambio climático y construir un entorno más resiliente para las generaciones futuras. Es tiempo de actuar con determinación y visión para garantizar un planeta habitable, justo y próspero para todos.

 

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