La Monina y Luli Garci-Crespo, damas de día y mujeres de la vida galante de noche
La presidenta de Morena Puebla es hija de la tehuacanera Lourdes Garci-Crespo Rama, a quien los locales han conocido como una simple madrota. El oficio fue heredado a su hija la Monina Garci-Crespo, hoy la dirigente de Morena.
La presidenta de Morena Puebla Olga Lucía Romero Garci-Crespo, a quien todos conocen por este su nombre comercial y político, pero su otra personalidad hasta tiene otro nombre Mónica Caballero Garci-Crespo, por eso todos la conocen como La Monina. Como sus dos nombres, la política de quinta tiene dos personalidades, la que viste de guinda y cara de mujer respetable, y la de madrota de mujeres que obliga a prostituirse.
Las dos mujeres se pasean por las calles de Tehuacán los domingos por la tarde y se dejan tomar fotos para que la gente reconozca su cambio… Pero todas las personas saben que de noche, y hasta de tarde, se dedican a regentar burdeles de mujeres a quienes obligan a prostituirse.
La Garci-Crespo se vende como la gran mujer de tradición y familia, muy decentemente vestida, todo lo necesario para disque limpiar su imagen que está más prostituida que las chicas a quienes explota. Esta mujer de dos caras tiene toda una larga cola que le pisen… Una larga lista de delitos que ya no pueden ocultarse.
La señora presidenta, como exige que le llamen para sepultar su apodo anterior Monina. La Monina Garci-Crespo, quien ha prostituido mujeres por muchos años, y antes de ella su madre era la madrota del negocio. Ambas hoy se las dan de dignas damas de día y mujeres de la vida galante de noche… La oscuridad hace que estas mujeres sigan regodeándose en la impunidad…
La dama de Morena se pasea por el centro de Tehuacán con su el cornudo de su esposo y con su madre, como la DIGNA FAMILIA QUE INTENTAN VENDER. Sin duda la Monina espera perpetuar su poder político, y en un estado tan tradiional como Puebla, una aparente mujer de tradición puede ganar mucho terreno, pero los poblanos no olvidan su amorío con Barbosa y su manía de comprar un poquito de poder e impunidad a cambio de sus favores sexuales.