La sobredosis suministrada a la empresaria Socorro Romero Sánchez

 

El doctor Guillermo Ulises mató a Socorrito y la diputada alborotando el avispero

El tan mencionado certificado médico que avala la supuesta inconsciencia en la que “obligaron“ a la empresaria avícola a firmar un testamento “falso”, es la prueba más consistente de la diputada Olga Lucía Romero Garci-Crespo o Mónica Caballero Garci-Crepso, en el juicio intestamentario que sostiene por los bienes de la empresaria Socorro Romero Sánchez, en contra de los herederos legales, la familia Celis Romero. Ese documento es inconsistente por donde se le oonserve.

Quien suscribe el documento es el médico tehuacanero Guillermo Ulises Hernández,  quien, por cierto, antes de desaparecer laboraba en la empresa de Alfonso González Santiago, esposo de María Elvira Celis Romero, una relación laboral, salario rosa, que deja ver que el médico puede ser tendencioso en su carta y servir a intereses que han estado siempre en contra de la legalidad y de la heredera universal, Doña Estela Romero Bringas.

Han sido la Garci-Crespo y María Elvira Celis  las principales promotoras de la inconformidad con el testamento de la empresaria de origen oaxaqueño. Es lícito preguntarse ¿Cuánto le pagaron al médico para redactar una carta sin ningún sustento como un historial médico, solo confiando en su buena voluntad y memoria?

Tanta memoria tuvo el doctor Ulises que detalló haberle siniestrado a la entonces enferma y agotada Socorrito 5miligramos de Midazolam, cada 8 horas, más otra considerable dosis de ketorolaco para sobrellevar el dolor ocasionado por el cáncer de colon que finalmente terminó con su vida. Aunque  de ser cierta esta dosis, la sobredosis de Midazolam ayudó mucho a acelerar la muerte de la “hija predilecta de Tehuacán”. Y es que fue la alta dosis de este medicamento fue letal y aceleró su muerte. Así lo han declarado médicos forenses que han tenido acceso a las pruebas periciales y al certificado.

Ahora resulta que fue el médico  y no el cáncer,  quien  mató a Socorrito… Nos preguntamos si el médico se dio cuenta de las implicaciones legales de sus afirmaciones en esa carta  desde antes de redactarla,  y el dinero que le pagaron compensaba esa delito que asumió; o si se percató hasta después y salió corriendo…

Sea como sea, la diputada alborotó sólita el avispero y ahora las avispas andan sueltas, a cualquiera pueden picarle, lo mismo a Alito Moreno o a la Señora Diputada. Feliz jueves para todos…

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