La agencia calificadora Moody’s advirtió que la reciente aprobación de la reforma judicial en México podría deteriorar los controles y equilibrios del país, afectando su fortaleza económica y fiscal.
De acuerdo con la firma, la alineación del Poder Judicial con los poderes Ejecutivo y Legislativo debilitará su función como contrapeso, lo que podría incrementar la incertidumbre jurídica y generar volatilidad financiera en el corto plazo.
Moody’s señaló que la capacidad del sistema judicial para bloquear cambios legales radicales se verá reducida, lo que preocupa a los inversionistas.
La agencia indicó que un prolongado “shock de confianza” podría aumentar los diferenciales gubernamentales y frenar la inversión privada, lo que afectaría las perspectivas de crecimiento económico de México a partir de 2025.
La calificadora subrayó que las implicaciones de estos cambios para la calidad crediticia de México son importantes, principalmente para la calificación soberana del país, así como para sectores como el financiero, la infraestructura y las empresas eléctricas.
En el caso del sector bancario, Moody’s apuntó que los cambios en el sistema judicial limitarán la disposición de los bancos a asumir riesgos, lo que podría desacelerar el crecimiento de sus carteras crediticias.
Además, la incertidumbre jurídica derivada de la reforma afectará más a sectores corporativos que dependen de concesiones y grandes inversiones, como la minería y las telecomunicaciones, siendo particularmente perjudicial para el desarrollo de inversiones en nearshoring.
Moody’s también advirtió sobre el impacto en la rentabilidad de los bancos, que ya enfrentan dificultades en el cumplimiento de leyes de garantías y en los prolongados procesos de quiebras.
La reforma podría aumentar los costos de endeudamiento y las tasas de interés, elevando la presión sobre la deuda soberana de México.