El director general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) es “razonablemente optimista” sobre que haya un acuerdo con la FIFA para que se tomen en cuenta los derechos sociales en la concesión de sedes de los Mundiales de fútbol, después de las críticas que han rodeado la edición de 2022 en Catar.
La agencia de la ONU propone “proceder a una revisión diligente de los países candidatos” a organizar el Mundial, explicó en una entrevista con la AFP Gilbert F. Houngbo, que se encontró el domingo en Doha con el presidente de la Federación Internacional de Fútbol (FIFA), Gianni Infantino.
“Todas las discusiones que hemos tenido hasta el momento me llevan a creer que la FIFA está más que decidida a asegurarse que, en próximos Mundiales, la cuestión social y de respeto a las normas de trabajo sea crítica”, afirmó Houngbo desde las oficinas de la OIT en Catar.
“Hablamos desde hace varios años y queremos asegurarnos de que nuestra cooperación fructífera continuará”, aseguró por su parte Infantino en un comunicado publicado después de esta entrevista.
“El refuerzo de la relación entre la FIFA y la OIT forma parte igualmente del legado del Mundial 2022”, añadió.
La próxima edición de la competición tendrá lugar en 2026 en Estados Unidos, México y Canadá. Para la siguiente, España y Portugal oficializaron una candidatura conjunta a la que asociaron después a Ucrania. Sudamérica presenta igualmente una candidatura conjunta (Uruguay, Argentina, Paraguay y Chile). En septiembre, Egipto anunció estar en consultas con Grecia y Arabia Saudita.
“El mundo ganaría si el proceso de candidatura y de atribución de la organización del Mundial, igual que el de los Juegos Olímpicos u otros deportes, tuviera en cuenta la situación de los países en cuestión”, subrayó este exprimer ministro de Togo.
“Trabajo muy positivo”
Desde que Catar recibió en 2010 el encargo de organizar el Mundial de 2022, Catar ha sido criticado por la cuestión de los derechos humanos, especialmente sobre las condiciones de trabajo y de vida de sus centenares de miles de trabajadores migrantes no cualificados procedentes del Sur de Asia y de África.
“He escuchado grandes críticas cuando Catar lo ha hecho mejor que otros países en ese sentido”, señaló Houngbo. “Para nosotros, lo que es muy importante es reconocer el trabajo realizado y ese trabajo ha sido sinceramente muy positivo”, apuntó.
El dirigente citó principalmente el desmantelamiento del sistema de la “kafala”, que hacía que los asalariados fueran en la práctica casi propiedad de los empleadores. También destacó la limitación de los horarios laborales durante los periodos más calurosos, la instauración de un salario mensual mínimo de 1.000 riales (unos 270 euros o 285 dólares) y “comités” de diálogo entre las empresas y sus empleados.
Estimó también que son necesarios progresos “en la aplicación de esas reformas” ya que hay empresas que “continúan teniendo prácticas contrarias a la ley”.
Tomó también como ejemplo el fondo de compensación de los salarios impagados, creado en 2018. “Hasta el mes de octubre de 2022, ese fondo pagó más de 350 millones (de dólares), lo que da testimonio del compromiso del gobierno, pero que refleja también la amplitud del problema”, afirma Houngbo.
“No hay información creíble”
Con cifras que van desde 414 fallecidos entre 2014 y 2020 según las autoridades cataríes a la de varios miles desde 2010 según distintas ONG, el total de muertos en accidentes de trabajo en el emirato es un asunto sobre el que se presentan interrogantes.
“Creo que el público necesita saber la verdad y, a menudo, esta verdad es decir que, sinceramente, no hay información creíble”, comentó el patrón del organismo.
“En la próxima fase de nuestra cooperación con las autoridades cataríes, vamos a poner mucho el acento sobre la cuestión de la colecta de datos y su análisis”, anunció Houngbo.
La presencia de la OIT en Doha desde 2018 será en principio estable en 2023.
“Vamos a hacer la oficina permanente, no solamente para continuar el trabajo que hemos realizado aquí, sino eventualmente para cubrir la región o incluso más allá”, precisa el dirigente.
Sobre el próximo Mundial, el de 2026 en Estados Unidos, Canadá y México, no ve “en principio problema” pero “eso no impide que nos mantengamos vigilantes”, prometió.