Si bien Claudia Sheinbaum tiene un lugar en la historia por ser la primera mujer presidenta de México, será a través de sus decisiones que se defina si pasa como heroína o villana. La morenista no solo llegará a la silla presidencial con propuestas, sino con grandes retos que amenazan su incipiente gobierno.
La virtual ganadora a la Presidencia de la República, realizó más de un compromiso ante miles de personas en el Zócalo capitalino previo a culminar el proceso electoral del 2 de junio pasado, en donde reafirmó su obligación en materia de seguridad, justicia y democracia.
“Me comprometo con ustedes a llevar a México por el sendero de la paz, la seguridad, la democracia, las libertades, la igualdad y la justicia, me comprometo con ustedes a gobernar con humildad, pero con una profunda responsabilidad”, expresó el 2 de junio desde la plancha de la Constitución.
Por otra parte, aclaró que la siguiente etapa de la autonombrada “Cuarta Transformación” no solo implica la continuidad de un proyecto humanista, representa la consumación de un momento histórico, en donde las mujeres llegan por primera vez a la presidencia del país.
“Me comprometo a que no les voy a defraudar, hoy hemos hecho posible, el pueblo de México, la continuidad y al avance de la ‘Cuarta Transformación’ y que también por primera vez en 200 años las mujeres lleguemos a la Presidencia de la República”, agregó.
INSEGURIDAD Y VIOLENCIA
Y porque no todo es la victoria, la abanderada de Morena deberá hacerles frente a dos grandes retos que acechan su futura administración sin antes haber comenzado, el primero de ellos será la violencia que lleva años como principal problemática del país y el segundo que tiene nombre y apellido, Donald Trump, quien se vislumbra como el vencedor de la presidencial de noviembre de este año en Estados Unidos.
El politólogo Ricardo Raphael, aseveró en entrevista con Infobae que Claudia Sheinbaum Pardo tiene que ponerse a trabajar cuanto antes en hacer política conciliativa, puesto que no es posible enfrentar a la violencia con la clase política dividida, por lo que se requiere tomar medidas de Estado que pacifiquen el país.
También refiere que, de regresar Donald Trump a la Casa Blanca, un gobierno en solitario, sin hacer política con las oposiciones, no podrá hacerle frente, y, es que abundó que el regreso del exmandatario gringo representa una campaña muy dura en contra del país y, además de que en 2026 se efectuará la primera revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
NEGOCIAR CON LA OPOSICIÓN
El analista también advirtió que tras la derrota del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido Acción Nacional (PAN), es posible que tanto Alejandro “Alito” Moreno Cárdenas, como Marko Cortés Mendoza, no continúen en las dirigencias de estos respectivos partidos, por lo que recomienda a Sheinbaum Pardo a esperar a los nuevos liderazgos y a partir de una nueva relación conseguir acuerdos con sus detractores.
“Claudia Sheinbaum no solamente tiene que poner en orden su casa y las facciones de Morena, que son complicadas, sino que tiene que tener en orden la oposición para tener con quien acordar”, declaró Ricardo Raphael a Infobae.