SALUD LABORAL/ Reflexiones del teletrabajo

Por Joana Elizabeth Salinas, Socia directora de Coperva y Psicopedagoga especializada en salud laboral

Cuando hablamos del futuro del trabajo, las habilidades digitales son solo una parte de los grandes cambios que experimentaremos. La resiliencia y la creatividad, empoderadas por el liderazgo de apoyo, son esenciales para una fuerza laboral próspera e innovadora.
La nueva visión requiere cambios culturales para ganar la confianza de las partes interesadas (stakeholders), pero también nuevas tecnologías para impulsar un impacto duradero en el mercado.
Asimismo, el significado mismo del trabajo y cómo mantener el equilibrio, la salud y la energía mientras lo hacemos, es un tema crucial de conversación y en el lugar de trabajo por fuerzas como tecnología, globalización y evolución en los hábitos de consumo.
En el trabajo, las interrupciones y las innovaciones siempre han tendido a enlazarse: fax, correo electrónico, llamadas de conferencia, la web, «teletrabajo»…y las personas se ajustan sobre la marcha. Pero los contextos en los que operan los trabajadores, las formas en que nos organizamos y las burocracias y sistemas que establecemos para realizar el trabajo, tienden a evolucionar más lentamente. Ayudar a cerrar la brecha entre lo que existe y lo que se necesita ahora es crucial para enfrentar la nueva realidad.
Así, las recientes interrupciones en el lugar de trabajo físico remarcan la importancia de las conexiones humanas que las personas hacen en el trabajo. En una era de trabajo remoto e híbrido, las empresas tienen que redoblar sus esfuerzos para garantizar que los empleados puedan establecer y explotar el poder de los lazos débiles o aquellos superficiales con personas con las que interactuamos poco, pero que pueden ser de gran ayuda. La capacidad de crear tales conexiones es imprescindible.
También es importante que las empresas se centren en las facetas de la experiencia laboral que todos los empleados demandan. Éstos pueden diferir de una organización a otra y es útil para las empresas dividirlos en cuatro categorías principales: individuo, equipo, cliente y comunidad.
Un imperativo del teletrabajador es trazar límites psicológicos en el lugar de trabajo. La habilidad de establecer límites rara vez se enseña en la escuela o en el trabajo, pero resulta crucial para el buen desempeño y el disfrute de la vida personal y profesional.
Por lo pronto, los líderes necesitan trabajar más duro que nunca para ponerse en contacto con las necesidades humanas de sus colegas y escuchar y aprender más, e imponer menos técnicas obsoletas de monitoreo y evaluación basadas en algoritmos.
Ese es un consejo sólido, sin importar dónde se encuentre la «oficina».

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