En un aparente “error”, seis consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE) votaron en contra de un acuerdo que requería a los partidos políticos postular a cinco mujeres y cuatro hombres en las nueve entidades donde se renovaría la gubernatura.
La confusión se originó cuando, durante la votación general, se separó el punto central del acuerdo, que se refería a la paridad en gubernaturas, para ser votado por separado. Como resultado, la mayoría de los consejeros no levantó la mano, lo que resultó en un voto en contra.
La sorpresa entre los consejeros fue evidente cuando se dieron cuenta de que esta votación había descartado el proyecto.
La consejera presidenta, Guadalupe Taddei, decidió convocar a una nueva sesión para someter a votación un nuevo proyecto de acuerdo, dado que el anterior había sido rechazado.
A pesar de un aparente consenso entre la mayoría de los miembros del Consejo General del INE sobre la distribución de candidaturas en favor de cinco mujeres, no se logró un acuerdo en la argumentación que respaldaba esta decisión. Por lo tanto, se propuso realizar una votación diferenciada.
El consejero Uuc-kib Espadas solicitó una votación diferenciada sobre el punto central del acuerdo relacionado con la cuota de cinco mujeres y cuatro hombres, ya que él no estaba de acuerdo ni con este aspecto ni con la argumentación que lo respaldaba.
Claudia Zavala propuso una agenda diferente antes del inicio de la sesión del Consejo General, lo que también llevó a la votación por separado como un procedimiento de engrose.
La confusión fue tan evidente y sus consecuencias tan significativas que la consejera Dania Ravel acusó que se trató de una “chicanada” para evitar la aprobación de lo que se había estado discutiendo en comisiones durante días y que ocupó varias horas de discusión en el salón del Consejo General.
La consejera presidenta, Guadalupe Taddei, reprendió a Ravel por el uso de esa expresión y recordó que uno de sus compañeros, sin mencionar nombres, la había calificado como “clasista”.