SEGURIDAD INTEGRAL/ Dignificar al escolta

Por Arturo Ortiz, CEO de CIPI Protección, empresa de capacitación de seguridad integral.

La falta de capacitación en el personal de escoltas se posiciona como uno de los tres primeros riesgos personales y de salvaguarda de valores en el mundo empresarial, político y de personajes del espectáculo.
Al no tenerse las condiciones necesarias para desempeñar el cargo, los escoltas no son competentes en este tipo de seguridad que es más compleja con respecto a las demás áreas de seguridad privada. Esto da como resultado la apariencia de una sólida protección, pero representa una peligrosa ilusión de seguridad.
Contrario a la idea popular, el personal no capacitado y con una alta visibilidad genera mayores riesgos en delitos de alto impacto social como homicidio y secuestro, pero también un aparatoso sistema de seguridad personal conlleva a mayores extorsiones, asaltos y fraudes a los servidores públicos, empresarios y personajes públicos.
Debido a la falencia de seguridad ostentosa, y muchas veces ineficaz, algunas empresas implementan procesos de selección rigurosos para no cometer errores con el personal designado a salvaguardar la integridad personal de un personaje.
Pero un perfil idóneo debe empatarse con capacitación integral y entrenamiento continuo. Se trata de una actividad en la que se deben actualizar conocimientos y procesos de la actividad delictiva y sus cambiantes modos de delinquir.
La persona que aspire a trabajar como escolta debe pasar por unos procesos rigurosos de selección en Psicología, donde se verifica su estado anímico, intelectual, mental y de personalidad.
Desde la perspectiva jurídica se verifica sus antecedentes disciplinarios, judiciales y procesos que se estén llevando a cabo. En el área táctica y técnica se analiza su desarrollo profesional, entrenamiento, manejo pericial de las armas, la reacción de manera rápida y segura, entre otras tareas inherentes
Por lo anterior es importe decir que el nivel de capacitación técnica debe permitir al escolta adquirir un conocimiento pleno del riesgo que voluntariamente va a aceptar, la responsabilidad legal y penal que asume cuando es contratado para proteger la vida de una persona VIP.
En consecuencia, la capacitación requiere de una implementación de metodologías académicas necesarias que conduzcan a la dignificación del oficio de los escoltas, de tal forma que articule la cadena productiva de la vigilancia y seguridad privada en términos de rentabilidad, profesionalización, economía y optimización del mercado laboral.
Una de las mejores maneras de dignificar el trabajo es dotar a cada colaborador de los conocimientos y experiencia necesaria para el mejor desempeño de su labor. Incluso, durante la actual Gran Decepción, en la que miles de personas abandonan sus empleos a nivel mundial, retener a los colaboradores va más allá de la compensación y entra en juego el nivel de capacitación que otorgan las corporaciones.
En trabajos de alto riesgo, como el del escolta, la capacitación está ligada al cuidado de la vida de los clientes y sus guardaespaldas.

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