Un autobús de pasajeros cayó a un barranco en el municipio de Mexquitic de Carmona en San Luis Potosí, dejando un saldo de siete personas sin vida y 14 lesionados.
Al principio, el Instituto Nacional de Migración (INM) había informado que eran seis los fallecidos (cuatro mujeres y dos hombres), todos ellos “inmigrantes de Honduras, El Salvador y Cuba“.
Más tarde señalaron en redes sociales que ya eran siete las víctimas, entre ellas una mujer embarazada.
Otras 14 personas resultaron lesionadas y fueron trasladadas al Hospital Central de la entidad, no obstante, no se preciso su nacionalidad.
Se presume que el conductor del camión circulaba a exceso de velocidad sobre la carretera federal, en una zona de curvas pronunciadas, cuando perdió el control de la unidad y volcó.
Fotografías difundidas en redes sociales muestran al autobús volcado sobre la ladera de una montaña, entre arbustos y rocas, unos 30 metros abajo de la carretera.
Cuerpos de emergencia acudieron para atender el percance, a la altura de Quiqueland.
Decenas de personas migrantes de Centroamérica y otros países atraviesan México a diario con la intención de llegar a Estados Unidos.
Muchos de ellos lo hacen clandestinamente, sin la documentación necesaria, o en el peor de los casos ocultos en camiones donde viajan hacinados y expuestos a hambre, sed y calor extremo.
El domingo pasado, cuatro migrantes murieron y otros 16 resultaron heridos cuando la camioneta en que viajaban se estrelló en Chiapas.
Otro episodio trágico ocurrió el 20 de abril en Veracruz (este), cuando una camioneta cayó de un puente y provocó la muerte de una mujer nicaragüense.