Tiros y culatas

PULSO

Eduardo Meraz

Como ya “hay tiro” entre corcholatas de Morena y las no corcholatas de la oposición, los francotiradores de ambos bandos se empiezan a apostar en lugares estratégicos para ver si logran algunas bajas en las filas contrarias, aunque por lo visto hasta ahora la puntería no es una de sus mejores cualidades.

Si bien los réferis -INE y Tribunal Electoral- aún no tocan la campana para el inicio formal de las hostilidades, ya hay fuego graneado. Las autoridades electorales no sólo han adoptado una actitud autista, sino se esconden en guaridas legaloides con tal de no verse involucrados.

Bien pertrechado en Palacio Nacional, el presidente sin nombre y sin palabra que, en otros momentos daba muestra de excelente puntería, hoy parece traer la mira chueca o disparar con una escopeta de perdigones y no encuentra el blanco por más que dispara a diestra y siniestra.

Su principal objetivo, Xóchitl Gálvez, entra y sale de su mirilla sin darle tiempo de acomodarse y, en su desesperación, las ráfagas que suelta por doquier le empiezan a rebotar y corre el riesgo de que una bala perdida pueda herirlo de gravedad.

La milicia política que le acompaña -funcionarios, legisladores, moneros e intelectuales inorgánicos del cuatroteísmo-, habituada a los abrazos y no balazos, se encuentra atrincherada y disparando a ciegas.

Como se ha visto en estos primeros días de combate político-electoral, los duelos verbales carecen de emoción, por lo cual los aspirantes andan buscando donde posicionarse mejor, a fin de evitar que los disparos les salgan por la culata, como ya ocurrió con los tamales y los atoles.

En tanto los comandos del oficialismo y de la oposición nomás no se hallan ni se encuentran cómodos en sus trincheras, pues los responsables de proporcionarles los pertrechos simplemente confunden las balas con las granadas, además de darles las coordenadas equivocadas, por lo cual muchas de sus ofensivas “espectaculares” van en contra de sus correligionarios.

La elevada y extendida permisividad otorgada por los árbitros electorales a los participantes en la lucha por la Presidencia de la República, es de malos augurios, pues en lugar de un tiro para fortalecer la democracia, es muy probable los mexicanos seamos víctimas de un culatazo autoritario.

Y mientras el respetable de divierte con esta escenografía de guerra verbal, la violencia real, la que cuesta vidas, avanza con celeridad ante la escasa resistencia gubernamental. De acuerdo con cálculos oficiales, entre muertos y desaparecidos suman alrededor de un cuarto de millón de mexicanos.

Por lo informado en los medios de comunicación durante las últimas semanas, hay un invitado no deseado en la competencia: el crimen organizado, que ya ha demostrado ser menos complaciente y con mayor puntería. Si en 2021, se evidenció por su inclinación hacia el oficialismo, el incumplimiento de acuerdos y pactos, ante la presión del vecino del norte, puede revertir los compromisos previos.

Los riesgos de la actual batalla por la Presidencia de la República son mayúsculos y no se ven alternativas viables para impedir bajas significativas, sobre todo si la lucha es cerrada entre los competidores.

He dicho.

 

EFECTO DOMINÓ

Entre enero y mayo del 2023, la recaudación del IVA tuvo una contracción anual de 5.2% real, al ubicarse en 514,628.7 millones de pesos, la mayor caída para dicho periodo desde hace 14 años, de acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda; es decir, se ubica 13.6% por debajo de lo programado.

 

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@Edumermo

 

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