El británico Lando Norris (McLaren) rebatió el dominio del neerlandés Max Verstappen (Red Bull) y consiguió la primera victoria de su carrera en Fórmula Uno al verse beneficiado por un coche de seguridad que le aúpo a una primera plaza que acababa de conseguir esa misma vuelta 29 y de la que ya no se deshizo en la segunda mitad de la carrera.
Verstappen sólo pudo ser segundo, por delante del monegasco Charles Leclerc (Ferrari), y se dejó la segunda victoria de la temporada en una carrera en la que su compañero de equipo, el mexicano ’Checo’ Pérez, acabó quinto y en la que el español Carlos Sainz (Ferrari) terminó cuarto, mientras que el español Fernando Alonso (Aston Martin) se llevó dos puntos, quedando noveno.
Todo transcurría según lo previsto para Verstappen, que era cuarto a expensas de que tres pilotos por delante pararan y le cedieran el liderato. El australiano Oscar Piastri (McLaren) y Sainz acababan de entrar a ’boxes’, dejando a Norris con un liderato momentáneo, pero el estadounidense Logan Sargeant (Williams) acabó en el muro de la curva tres y todo cambió.
Sargeant intentaba defender su posición con el danés Kevin Magnussen (Haas), que se abalanzó sobre Sargeant llegando a tocar el Williams, un monoplaza que se fue recto contra el muro abriendo un periodo de ’safety car’ que ofreció a Norris la opción de entrar a pista sin perder la primera plaza.
Tras retirar el coche, el británico se escapó en la salida relanzada y Verstappen ni siquiera tuvo opción de DRS. Esa diferencia abismal de coche que siempre había tenido el neerlandés respecto a los demás monoplazas la tuvo que sufrir en sus propias carnes ‘Mad Max’, que no pudo repetir la victoria de China y dejó a Norris celebrar la primera victoria de su carrera en Fórmula Uno.
Salida frenética que acaba con las opciones de Pérez… y Sainz
Nada hacía presagiar que los McLaren tendrían tanto ritmo como para poder superar a Verstappen e incluso sacarle tiempo, aunque en la salida Piastri ya mostraba que la escudería británica quería pelear por algo más que un podio.
’Checo’ Pérez salió de manera prodigiosa y superó al monegasco Charles Leclerc (Ferrari), al que tenía justo enfrente, pero ese ímpetu le hizo pasarse de frenada y Sainz sólo pudo que esquivar al mexicano mientras Piastri, que salía quinto, aprovechaba la ocasión para ponerse tercero justo por detrás de un Leclerc que vio cómo Sainz y Pérez perdían mucho tiempo.
Piastri empezó a demostrar que los McLaren tenían ritmo y mientras el australiano superaba a Leclerc para ponerse segundo, Norris, que había salido quinto pero que no hizo una gran salida, se echaba sobre el mexicano ’Checo’ Pérez por la quinta posición.
Todo ello ocurría mientras por delante Max Verstappen mantenía una ventaja de tres segundos sobre el segundo, pero sus mensajes de radio ya exhibían que el neerlandés no estaba contento con el rendimiento del monoplaza y, de hecho, en la vuelta 23 se llevó por delante un cono al saltarse la ’chicane’ del circuito que propició un ’virtual safety car’ que aprovechó Alonso para parar.
El asturiano no tuvo el mejor de sus días, pues salía desde la decimoquinta posición y aunque terminó noveno, el ritmo del monoplaza no era el óptimo para pelear con los de arriba. Aun así, adelantó dos posiciones en la salida y todavía tuvo ritmo para acabar con seis adelantamientos en un circuito gafado para él desde el viernes.
Un ’safety car’ que lo cambió todo
Con Piastri y Sainz como primero y segundo respectivamente en la vuelta 29, ambos entraron a ‘boxes’ y dejaron a Norris como líder virtual de la carrera, aunque todavía tenía que parar, lo que le hubiera dado la primera plaza a Verstappen.
Sin embargo, Norris quería tirar y tirar porque, por ritmo, estaba siendo el mejor piloto de la parrilla sobre el trazado urbano de Miami. Pero, encima, tuvo la suerte de encontrarse con un ’safety car’ que lo cambió todo en la primera vuelta como líder.
Entró a boxes, cambió gomas y mientras retiraban el coche de Sargeant y los comisarios anunciaban una penalización para Magnussen de diez segundos al final de carrera, se volvió a posicionar como líder real de una carrera que desde ese momento salvó sin problemas.
Era su primera victoria en la Formula Uno tras una ‘pole position’, quince podios y 109 carreras. Pese a todo ese tiempo sin triunfo, el británico no se puso nervioso al ver en los retrovisores al tricampeón del mundo, al que fue alejando hasta terminar la carrera a siete segundos.