Los estudiantes de Estados Unidos que van de vacaciones en primavera, conocidos como “springbreakers”, llegan en manada al Caribe mexicano a pesar de las alertas de Washington para viajar al vecino del sur debido a una ola de ataques a ciudadanos de ese país.
Las playas del Cancún (este), el balneario más popular entre los turistas extranjeros, lucían este viernes plagadas de jóvenes, que lo mismo tomaban el sol que se metían al apacible mar azul turquesa, aunque manchado por el sargazo.
“Mis padres estaban muy nerviosos de que viniera aquí, pero les dije que estaba bien, porque tenía a mi amiga conmigo, si nos quedábamos juntas, creo que está bien”, dice a la AFP Sophia Taylor, de 21 años y originaria de Indiana.
El Departamento de Estado estadounidense ha elevado el nivel de alerta para viajar a México y considera “seguros” sólo dos de los 32 estados del país.
Quintana Roo, donde se encuentra Cancún y otros destinos turísticos como Tulum y la Riviera Maya, es catalogado entre los de riesgo y esta semana fue objeto de una observación particular ante las vacaciones de los universitarios.
La advertencia subraya la inseguridad, sobre todo al caer la noche, y las afectaciones a la salud que pueden causar el consumo de drogas o alcohol adulterado.
“Los ciudadanos estadounidenses se han enfermado gravemente o han muerto en México después de usar drogas sintéticas o píldoras recetadas adulteradas”, explica la alerta.
Pero Luis, un estadounidense que viaja acompañando a un grupo de universitarios, no encuentra mayores motivos para inquietarse.
“La seguridad está muy bien. Aquí hay policías y todo, hay como miles de personas ahorita, comiendo, bebiendo en la playa, todo está muy seguro, no pasa nada”, dice el hombre, quien prefiere omitir su apellido.
En efecto, los turistas conviven en la playa y en los centros nocturnos con numerosos elementos de la Marina Armada, que recorren los sitios turísticos portando su traje de campaña y armas largas.
“No es como una alerta de ‘no viajen’, es una alerta de que tengan cuidado y tomen sus precauciones”, dice Juan Pablo de Zulueta, director de Turismo de Cancún.
El gobierno de Quintana Roo espera para este periodo de vacaciones la llegada de unos 30.000 estadounidenses, que promedian un gasto de entre 100 y 150 dólares diarios.
Esta alerta se emite además luego de que el pasado 3 de marzo cuatro estadounidenses fueron secuestrados en la ciudad fronteriza de Matamoros (noreste). Dos fallecieron y uno resultó con heridas graves.
El jueves se conoció el caso de una ciudadana mexicoestadounidense que fue secuestrada hace un mes en el estado de Colima (oeste).