El Banco de México (Banxico) optó por mantener la Tasa de Interés Interbancaria en un 11%, ante un reciente aumento en la inflación del país.
La decisión se tomó considerando diversos factores económicos y financieros, como la actividad económica global, la evolución de las inflaciones tanto a nivel nacional como internacional, así como los riesgos presentes en la economía mexicana.
“Persisten retos y riesgos que ameritan continuar con un manejo prudente de la política monetaria”, expresó Banxico.
La institución enfatizó la necesidad de mantener una postura monetaria restrictiva para facilitar la convergencia ordenada y sostenida de la inflación hacia la meta del 3% en el cuarto trimestre de 2025.
Además, destacó que los efectos de los choques sobre la inflación se espera que perduren por un período prolongado, aunque se prevé que vayan disminuyendo gradualmente.
Sin embargo, existen diversos factores que podrían afectar los precios al consumidor, como la depreciación cambiaria, mayores presiones en costos, eventos climáticos adversos o conflictos geopolíticos.
En abril, el índice de precios al consumidor en México alcanzó un 4,65% interanual, impulsado principalmente por aumentos en alimentos como el tomate y el chile, así como en los precios de las gasolinas. Esta cifra representa un aumento con respecto al 4,42% registrado en marzo, lo que subraya la preocupación por la persistente presión inflacionaria.
A pesar de los desafíos económicos derivados de la pandemia de Covid-19, la economía mexicana ha mostrado signos de recuperación, con un crecimiento del 3,2% en 2023 después de una contracción del 8,3% en 2020.