Las agencias de calificación S&P y Fitch rebajaron este viernes la calificación crediticia de Ucrania, al considerar que el acuerdo para reestructurar la deuda del país devastado por la guerra lo colocó a un escalón del incumplimiento.
S&P degradó la nota de la deuda de Ucrania a “SD” o “default selectivo”, último escalón antes de la moratoria.
“Considerando los términos y condiciones anunciados para la reestructuración (ndlr: de deuda, obtenida por Ucrania el miércoles), y conforme a nuestros criterios, consideramos esta transacción como (equivalente) a un default”, indicó S&P en un comunicado.
Fitch, por su parte, rebajó la calificación a largo plazo de Ucrania de “C” a “RD”, o “default restringido”.
Los anuncios se produjeron un día después de que el primer ministro ucraniano, Denys Shmygal, dijera que la mayoría de los acreedores habían dado su consentimiento para una pausa en el pago de su deuda de 20.000 millones de dólares (19.400 millones de euros) hasta 2024.
Un país es considerado en default cuando no puede honrar sus compromisos ante sus acreedores, que pueden ser Estados, organismos como el FMI, o inversores particulares en los mercados financieros. El default se denomina parcial cuando el Estado no reembolsa una parte de sus obligaciones.
Un grupo de acreedores occidentales, entre ellos Estados Unidos, Francia, Alemania, Japón y el Reino Unido, dieron el 20 de julio su acuerdo para reprogramar el pago de intereses de la deuda ucraniana a pedido de Kiev.
La economía ucraniana se derrumbó desde la invasión rusa el 24 de febrero y su PIB podría caer 45% este año, según estimaciones del Banco Mundial publicadas en junio.